ESTRÉS ACADÉMICO: ¿CÓMO COMBATIRLO?
La Organización de Naciones Unidas reconoció hace algunos años que el estrés es la enfermedad del siglo XXI.
Se establece que cualquier tipo de trabajo conlleva elementos estresantes, incluso cuando uno disfruta de lo que hace. Estas sensaciones aparecen al acercarse la fecha límite de entrega de alguna tarea o al verse obligados a cumplir con un reto. Sin embargo, cuando el estrés se convierte en algo crónico deviene en una amenaza tanto para nuestra salud física como emocional.
Seguramente alguna de estas sensaciones no te son desconocidas, ya que durante la etapa universitaria los niveles de exigencia en función a plazos específicos o exámenes suelen ser altos.
Pero además existen algunos indicios que deben llevarte a tomar correctivos:
- Falta de concentración. No consigues conectarte al 100% con tus clases y grupos de trabajo.
- Agobio ante las tareas o exámenes es normal que esto genere cierta tensión, pero si sientes que ya no puedes más, es momento de actuar.
- Dificultades para conciliar el sueño. Este es uno de los signos frecuentes de los cuadros de estrés.
Si tienes algunos de estos síntomas, te aconsejamos tomar las cosas con calma y proponerte llevar adelante los siguientes hábitos:
- Organiza tu tiempo. Esto es clave para que puedas desarrollar tus actividades sin presiones.
- Aliméntate bien. Sobre todo, elige alimentos que te nutran y brinden energía.
- Evita amanecerte. Duerme al menos seis o cinco horas diarias. El sueño es siempre reparador.
- Estudia y realiza tus trabajos con anticipación. No dejes tus tareas para última hora.
- Solicita apoyo a tus docentes cuando tengas dudas.
- Utiliza técnicas de estudio.
Ya lo sabes, evita el estrés académico y sigue estos consejos para obtener el máximo provecho de tus estudios.