PREOCUPACIÓN HIPOTÉTICA: QUÉ ES Y CÓMO VIVIR CON ELLA DURANTE LA PANDEMIA

La preocupación es una manera de «anticipar el futuro» que a menudo hace que la persona se pueda sentir angustiada o ansiosa. Con frecuencia, cuando una persona se preocupa excesivamente, piensa en el peor de los casos y siente que no podrá salir adelante.

La preocupación puede manifestarse en forma de pensamientos o imágenes, que pueden progresar de una manera cada vez más trágica y desarrollar situaciones imaginarias poco probables.

La preocupación no solo ocurre en nuestra mente. Cuando se hace excesiva también se manifiesta en el cuerpo. Los síntomas físicos de preocupación y ansiedad incluyen:

  • Tensión muscular o dolores generalizados.
  • Inquietud e incapacidad de relajarse.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Dificultad para dormir.
  • Sentirse fácilmente agotado.

¿Existen distintos tipos de preocupación?

La preocupación puede ser útil o perjudicial, y a menudo los psicólogos distinguen entre la preocupación de «problemas reales» y la de «problemas hipotéticos».

  • Las preocupaciones de problemas reales se basan en problemas que necesitan soluciones ahora mismo. Por ejemplo: la preocupación real sobre el virus en estos momentos, ha determinado que las medidas de bioseguridad que podemos utilizar son: lavarse las manos, distanciamiento social y mantenerse en aislamiento si presentas síntomas.
  • Las preocupaciones hipotéticas sobre la crisis de salud actual podrían incluir pensar en el peor de los casos. Por ejemplo: imaginarse la peor situación posible, como que un familiar o la mayoría de gente muere.

Es importante tener en cuenta que la preocupación es completamente normal. Solo se vuelve inútil cuando te enfocas excesivamente en preocupaciones hipotéticas en lugar de preocupaciones reales.

¿Existen distintos tipos de preocupación?

Es normal preocuparse en estos momentos, pero si crees que la preocupación está haciéndose excesiva, dominando tu vida y de pronto haciéndote sentir ansioso o no dejándote dormir, tienes que encontrar la manera de limitar el tiempo que pasas preocupándote y tomes medidas para manejar tu bienestar. Practica los siguientes ejercicios que te ayudarán a manejar las preocupaciones:

  • Mantén el equilibrio en tu vida. Los psicólogos afirman que el bienestar surge cuando se vive una vida que mantiene un equilibrio de actividades que dan sentimientos de placer, satisfacción o logro y conexión o cercanía. Ejemplo: mantenerte en contacto con tus amigos en las plataformas digitales y disfrutar del tiempo con tu familia.
  • Practica el identificar si tu preocupación es sobre un «problema real» o una «preocupación hipotética». Si estas sufriendo mucha preocupación hipotética, es importante que te recuerdes a ti mismo que tu mente no está enfocándose en un problema que puedes resolver ahora mismo. Ejemplo: Tú puedes controlar tu rutina diaria y lo que es importante para ti, pero no puedes controlar las decisiones de otra persona o las noticias.
  • Practica mindfulness. El aprendizaje y la práctica de mindfulness puede ayudarte a abandonar las preocupaciones y volver al momento presente. Por ejemplo: concéntrate en el suave movimiento de tu respiración o en los sonidos que oyes a tu alrededor.

Cuando se lucha contra la ansiedad y la preocupación, se puede perder el contacto con las cosas que solían darte placer. Planea hacer algunas actividades cada día que sean placenteras y te hagan sentir alegre.

Fuente: Licenciatura en Psicología, UCENM – Guía cómo vivir con la ansiedad y la preocupación en medio de una incertidumbre global.

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